Vías y Trazos
Poty 100 años
La exposición “Vías y Trazos – Poty 100 años”, realizada por el Museo Oscar Niemeyer (MON), reúne aproximadamente 500 obras, una muestra de la donación de 4 mil piezas realizada por la familia del artista al Museo, en 2022. Con curaduría de Maria José Justino y Fabricio Vaz Nunes, celebra el centenario de Poty Lazzarotto (1924-1998).
En la exposición, las obras se organizaron en torno a nueve núcleos temáticos presentes en la trayectoria artística de Poty, representando sus diferentes facetas: el Narrador, el Trabajo, el Xingu, lo Sagrado, la Guerra, la Vida Cotidiana, el Viajero, el Muralista y el Retratista.
Artista
Poty Lazzarotto
Curaduría
Maria José Justino e Fabricio Nunes
Período de exhibición
De 11 de abril de 2024
larga duracion
Local
Sala 6
Livre
Planea tu visita
DESCUBRE MÁS SOBRE LA EXPOSICIÓN
MON realiza gran exposición celebrando los cien años de Poty Lazzarotto
El Museo Oscar Niemeyer (MON) presenta la gran exposición “Vías y Trazos – Poty 100 años”, para celebrar el centenario de Poty Lazzarotto (1924-1998). Con curaduría de Maria José Justino y Fabricio Vaz Nunes, la exposición reúne aproximadamente 500 obras, una muestra de la donación de 4 mil piezas que hizo la familia del artista al Museo, en 2022. La inauguración será el día 11/4, a las 19h, en la Sala 6.
"Poty, en su centenario, sigue siendo actual e incomparable, y esta nueva exposición refuerza la importancia del artista para la identidad cultural de Paraná. Estoy segura de que la exposición en el Museo Oscar Niemeyer presentará su obra única a miles de personas y también a las nuevas generaciones", afirma Luciana Casagrande Pereira, Secretaria de Estado de Cultura de Paraná.
“Más que celebrar el centenario de este artista curitibano, que es uno de los principales nombres de las artes en el Estado y el País, la exposición se convierte en un lugar de referencia para Poty Lazzarotto”, afirma la directora-presidente del MON, Juliana Vosnika.
“A partir de ahora, los visitantes del MON, especialmente los cientos de estudiantes de escuelas públicas y privadas que visitan diariamente el Museo, seguramente podrán saber más y conocer mejor a este genio de las artes”, comenta.
La exposición es también una oportunidad para que el espectador profundice en la vida y obra de Poty. “Al proporcionar una inmersión en un vasto contenido, reunido aquí, el MON anima al público a aumentar su repertorio echando una nueva mirada a este artista único”, dice Juliana.
La premisa de la exposición, según los curadores, es ir más allá de las fronteras regionales y presentar a Poty en su dimensión universal. “En su incesante y obstinada actividad artística recreó, en imágenes, el universo creativo de la literatura; en sus murales creó la gran aventura de la historia universal”, informan. “Buscando siempre la difusión popular del arte, pasó del grabado a la ilustración, del diminuto dibujo a los murales monumentales”.
En la exposición, las obras se organizaron en torno a nueve núcleos temáticos presentes en la trayectoria artística de Poty, representando sus diferentes facetas: el Narrador, el Trabajo, el Xingu, lo Sagrado, la Guerra, la Vida Cotidiana, el Viajero, el Muralista y el Retratista. “Pero Poty, el muchacho de Capanema que amaba el cine y los cómics, es aún más que todo eso”, dicen los curadores.
Colección MON
El 29 de marzo, día del aniversario de Curitiba y, casualmente, fecha de nacimiento del artista Poty Lazzarotto – el MON recibió la mayor colección jamás donada a la institución: aproximadamente 4.500 piezas. En el año 2022.
Esta colección cuenta con más de 3 mil dibujos y 366 grabados, además de tapices, tallado, serigrafías y esculturas, entre otros. La donación fue realizada directamente por el hermano del artista, João Lazzarotto.
Son obras que enriquecen aún más la colección del MON, que en los últimos años ha quintuplicado su tamaño, consolidando al Museo como uno de los más importantes de América Latina.
En esta exposición se puede ver una muestra de la amplia colección de Poty.
Así, el eje central del edificio del Museo se convierte en el escenario de las mayores colecciones recibidas por el MON, junto con exposiciones de arte asiático y africano.
Más sobre Poty
Poty Lazzarotto (Curitiba, 1924-1998) siguió su camino a partir el dibujo, para luego profundizar en el grabado, del que se convirtió en maestro, siendo creador del primer curso de grabado en el Museo de Arte de São Paulo (Masp). Gran parte de su producción es biográfica y abarca desde recuerdos infantiles alrededor de vías y vagones de tren hasta registros de tipos de curitibanos y los entornos que ellos habitan.
Poty es directo y contundente en sus dibujos y grabados. Fue con esta característica espontánea que ilustró varias obras de la literatura brasileña, como Os sertões, de Euclides da Cunha, y Grande Sertão: Veredas, de Guimarães Rosa. Tampoco podía dejar de dar vida a los controversiales curitibanos retratados en las historias de otro ícono paranaense, Dalton Trevisan.
Como si su presencia en la literatura no fuera suficiente, Poty dejó su huella en toda Curitiba a través de sus monumentos o paneles de azulejos y concreto visto, práctica que comenzó con el panel “Desarrollo Histórico de Paraná”, de 1953, en la Plaza 19 de Dezembro. Otros ejemplos de esta producción son los paneles de la calle Nestor de Castro, en los que muestra, por un lado, el escenario de una Curitiba que ya no existe, y, por el otro, la evolución de la ciudad, surgida en medio del pinar, habitada por inmigrantes, y que se destaca en el ámbito del urbanismo.
La colección donada al Museo Oscar Niemeyer abarca toda esta producción. En ella podemos encontrar originales tantas veces reproducidos en libros y otras publicaciones sobre el artista, entramos en contacto con los dibujos realizados por él en su expedición al Xingu, en 1967, y nos adentramos en la intimidad de un Poty casi desconocido. Además, todavía encontramos bocetos, proyectos y estudios, y podemos ver la evolución del trazo, desde su juventud hasta su madurez. De este modo, la colección constituye un verdadero material etnográfico sobre el artista.
Donada al MON por la familia de Poty Lazzarotto, la colección se compone también, por supuesto, de obras consumadas, dibujos, xilografías, litografías, grabados en metal, tallado en madera y bloques de concreto: miles de piezas que dan claro testimonio de la versatilidad del artista.
A través de Poty, tomamos conciencia del arte que se hacía y se hace en Paraná.
Preservar no sólo el legado de este artista, sino su memoria, es ante todo un deber, una tarea asumida y realizada adecuadamente, ahora, por el Museo Oscar Niemeyer.
Imágenes
Poty, artista curitibano? Não: Poty, artista do mundo. Esta é a premissa desta exposição: mostrar um dos mais importantes artistas de Curitiba em sua dimensão universal. Comemoramos o centenário de nascimento de Poty Lazzarotto trazendo ao público uma ampla seleção das suas obras recentemente doadas ao MON pelo Sr. João Geraldo Lazzarotto, irmão do artista. Nesta mostra, as peças foram organizadas em torno de nove núcleos temáticos presentes na sua obra, representativos das diferentes facetas do artista: o Narrador, o Trabalho, o Xingu, o Sagrado, a Guerra, o Cotidiano, o Viajante, o Muralista e o Retratista. Mas Poty, o piá do Capanema que amava o cinema e as histórias em quadrinhos, é ainda mais que tudo isso. Através do desenho, seu principal meio de expressão, abordou os mais variados temas, passou por diferentes estilos, sempre buscando levar a arte ao seu mais importante destino: o povo. Na sua atividade artística incessante e obstinada, deu a ver o mundo real do trabalho e a realidade social; recriou, em imagens, o universo criativo da literatura; em seus murais, plasmou a grande aventura da história universal. Sempre buscando a divulgação popular da arte, foi da gravura à ilustração, do desenho minúsculo ao mural monumental. Na simplicidade do desenho, com a sua visão humana e pungente da experiência humana em todas as suas dimensões, Poty criou um vasto imaginário coletivo: em seus trilhos e traços, viajamos ao mundo.
Obrigado, Poty.
Mais do que comemorar o centenário deste artista curitibano, que é um dos principais nomes das artes do Estado e do País, a mostra “Trilhos e Traços – Poty 100 anos”, realizada pelo Museu Oscar Niemeyer (MON), passa a ser um local de referência a Poty Lazzarotto.
A partir de agora, certamente, os visitantes do MON, em especial as centenas de estudantes das redes pública e particular que diariamente frequentam o Museu, poderão saber mais e conhecer melhor esse gênio das artes.
Também é uma oportunidade para o espectador se aprofundar na vida e obra de Poty. Ao proporcionar uma imersão em tão vasto conteúdo, reunido aqui, o MON instiga o público a aumentar repertório ao lançar um novo olhar sobre este artista ímpar.
Recentemente, o Museu incorporou ao seu acervo a maior coleção já doada à instituição: aproximadamente 4 mil obras de arte assinadas por ele. Um recorte disso pode agora ser visto nesta exposição. Assim, o eixo central deste prédio se transforma em palco para as maiores coleções recebidas pelo MON, ao lado das mostras de arte asiática e africana.
A doação da obra de Poty, generosamente feita pela família do artista, trouxe ao Museu, em 2022, mais de 3 mil desenhos e 366 gravuras, além de tapeçarias, entalhes, serigrafias e esculturas. São obras que enriquecem ainda mais o acervo do MON, que nos últimos anos quintuplicou de tamanho, consolidando o Museu como um dos mais importantes da América Latina.
Ser a instituição que guarda o legado de Poty é motivo de orgulho, alegria e responsabilidade. Nesta mostra, compartilhamos com o visitante um pouco desses sentimentos, traduzidos pelos traços inconfundíveis do artista. Pertencimento aqui tem nome e sobrenome: Poty Lazzarotto.
Juliana Vellozo Almeida Vosnika
Diretora-presidente
Museu Oscar Niemeyer
“A alma se expressa com mais claridade através do rosto (Simmel).” Essa profundidade encontramos nos retratos de Poty. São imagens expressivas e agitadas: têm existência real, não há espaço para impessoalidade. Ícones que surpreendem a realidade natural e social, vão do realismo à caricatura. São traços certeiros, linhas econômicas que sintetizam em pequenos detalhes a personalidade do retratado. O macambúzio Bakun contrasta com os enérgicos autorretratos do artista. Poty, ao olhar para si mesmo, revela a individualidade de um homem firme, direto, dado a poucos devaneios – e humano, demasiadamente humano.
Nascido em modesta casa de madeira no Capanema, criado nos trilhos da ferrovia que passava em frente à sua casa, com um pai ferroviário, mãe cozinheira e avô marceneiro, Poty desenvolveu uma paixão pelos trabalhadores humildes acalentada em toda a sua vida, mesmo depois de viver em metrópoles como o Rio de Janeiro e Paris. Seus desenhos e gravuras traduzem a paixão pelo trabalhador, tanto pelo operário no dia a dia do trabalho árduo, em especial o ferroviário, pelas carrocinhas de polaca, pelas vendedoras ambulantes, pelos motoristas dos bondes abertos e pelos donos de botecos, como pelo homem simples no cotidiano: nas festas de igreja, nas sociedades operárias, no Cine Morgenau, no jogo de truco, todos celebrando a vida. O trabalho é visto por Poty muito mais como realização do que penúria e alienação. Encontramos nessa poética do trabalho a energia de São Francisco, os traços corajosos de Goya e a ternura de Käthe Kollwitz. Delicadeza e cunho social, dignidade e humanidade.
Poty celebra a sabedoria indígena que cultua a natureza e os mitos. Colhe, no meio das inúmeras línguas e dos ricos rituais, o artista nato, seja nas cestarias, nos bancos, nos arcos e nas flechas, na pintura corporal, nas máscaras e até nos simples nós e na arquitetura das ocas. Os desenhos de Poty realizados no Alto Xingu, na ainda extensa Floresta Amazônica dos anos 1960 (1967/68), são um elogio à natureza, ao bom selvagem de Rousseau. Fazem jus a essa imaginação intelectual e instintiva transbordante dos nativos.
“O mundo profano é o universo das interdições, enquanto o mundo sagrado corresponde ao das transgressões (Bataille).” Os santos de Poty são muito conhecidos, em especial São Francisco, por ele desenhado, talhado e gravado inúmeras vezes. Os vestígios do sagrado, a comunicação com o transcendental presente na alma de Poty, o conduzem a uma religião no sentido de religar, do latim religare, que celebra o entendimento humano. Desse modo, não precisa necessariamente estar vinculado a uma religião louvando aos deuses para ser religioso. A aura, se existe, é aquela que envolve a ligação ao outro, a prática do humanismo. Inspirado em São Francisco, Poty celebra a natureza e a pessoa humana.
Mergulhar nos desenhos e gravuras de Poty é viajar no cotidiano da provinciana Curitiba. Desde as cenas das carrocinhas das polacas, trabalhadores indo ao ofício de bicicleta, desastres na ferrovia, brigas nos botecos, as enchentes no centro da cidade, os meninos soltando pipas, o Circo dos Irmãos Queirolo e o glorioso regresso de Didi Caillet até a procissão dos meninos correndo atrás do trolley do padre Maurício, que distribuía balas para atrair os pequenos para o Santo Ofício. Também estendeu seu olhar a outras paragens: seus traços escorregam por cenas marítimas da Bahia, pelas igrejas e santos de Ouro Preto, pelas esculturas das catedrais de Chartres e de Paris. Eterno viajante, Poty une a Curitiba nostálgica à descoberta do mundo.
Desde o início da sua atividade artística, Poty sempre foi um narrador, criando imagens para contar histórias. Ainda criança, fez histórias em quadrinhos inspiradas nos modelos norte-americanos; já adolescente, criou imagens de violência e fantasia, inspiradas em autores como Edgar Allan Poe e William Shakespeare. O cinema, também uma forma de narração através de imagens, foi outra influência decisiva na sua obra: ainda criança, frequentava o antigo cinema do Clube Morgenau e depois desenhava as cenas que ficavam marcadas na sua memória. Poty tornou-se ilustrador de livros ainda jovem: desde 1943 e até o fim da vida, ilustrou mais de 170 títulos de autores brasileiros e estrangeiros. Com seu amor pelo cinema, também realizou uma magistral série de desenhos à maneira de cartazes de clássicos do cinema – o desenho como extensão da sétima arte.
“Na galeria dos nossos grandes (mas muito poucos) ilustradores de nossos livros (numerosos, mas ainda muito poucos), nunca a fusão verbo-ícone atinge tão intrínseca adequação: nunca um ilustrador, entre nós, foi tão ilustrador, tão capaz de dizer o que as palavras não sabiam ou não podiam.” (Antônio Houaiss)
O primeiro mural público de Poty foi o da Praça 19 de Dezembro, por ocasião do Centenário da Emancipação do Paraná, em 1953, em estilo mais realista. Desde então, realizou um grande número de obras públicas, que estão presentes em várias cidades brasileiras, tendo chegado também à Europa, com trabalhos no Algarve, em Portugal, e em Paris. Para o artista, os murais públicos eram uma extensão da gravura, pela sua capacidade de levar a sua arte a um público mais amplo. Na sua obra pública, Poty emprega sofisticadas técnicas de montagem e articulação dos elementos figurativos para representar a história humana, o desenvolvimento das cidades, das artes, dos saberes e das tecnologias. Para quem passeia por Curitiba, fica o convite para encontrar, na cidade, os murais de Poty: como a chuva e os pinheiros, eles são parte da paisagem curitibana.
“Cabe a cada menino guardar, para todo o sempre, um instante daquele voo de silêncio e fúria, de ruído e paz...” (Valêncio Xavier)
Exposição virtual
O MON está ao lado de grandes museus do Brasil e do mundo na plataforma Google Arts & Culture. Visite nossas exposições em formato virtual.
Conheça mais sobre esta exposição na plataforma Google Arts & Culture.
Accede a la exposición virtual
Características da exposição
Estímulo físico
Restrição de movimento
Estímulo Sonoro
Local com ruído
Estímulo Sonoro
Som inesperado
Estímulo Sonoro
Local silencioso
Estímulo Visual
Luz oscilante
Estímulo Visual
Luz natural
Estímulo Visual
Luz reduzida